Sierra West no es un retrato bonito, preciosista ni agradable de este región de Madrid . Es un manifiesto de otra realidad en este entorno. Anclado en dos mundos; pasado y futuro. Sin presente. Bloqueado aún por tradiciones, familias y formas de vida. Avanzando sin criterio. En muchos aspectos el abandono y la dejadez ganan el pulso a los intentos de modernización y avance. Mejoras realizadas en su mayoría sin coherencia y desconectadas de la herencia presente. Sin conseguir en absoluto una simbiosis que resultaría tan interesante. Sin ordenación. El pasado aprisionado con lo nuevo en el presente, generando un desorden visual, que altera en menor ó mayor medida el equilibrio de sus habitantes. A veces la Sierra parece un cajón que esconciera viejos trastos, abandonados, sobre los que los nuevos caen sin orden, agitados y dispuestos por un azar caótico. Lo antiguo tiene un sabor triste de abandono. La naturaleza, enmarañada oculta sus bellos tesoros. Se pone de manifiesto el gran trabajo necesario para poder apreciar la belleza real de esta región. Para poder llegar a descubrirla. Es necesario una dura inmersión. Este entorno encierra pequeños y alucinantes tesoros, que son borrados casi en su totalidad por una capa superior opaca de comportamiento, pensamientos y estandares.